Ataques de Pánico – Crisis de angustia – Crisis de ansiedad
Un Ataque de Pánico está compuesto por una súbita aparición de intensa ansiedad; esta ansiedad está conformada por:
- Síntomas físicos muy intensos (taquicardia, dolor, tensión o pinchazos en el pecho, mareo, visión borrosa, sudor, tensión muscular, nauseas, hormigueo en los dedos, etc.)
- Pensamiento “catastróficos” donde se teme que lo peor puede ocurrir: “me voy a morir”, “me va a dar un infarto”, “me voy a desmayar”, “me voy a volver loco”, etc.
- Comportamientos de evitación o escape donde la persona reaccionará buscando ayuda y/o seguridad: acudir a la emergencia, tomar pastillas, volver a un sitio seguro, evitar salir; es decir, realiza cualquier conducta que lo ayude a cortar la crisis.
Cuando una persona tiene Ataques de Pánico es importante hacer un proceso de psicoterapia, en algunos casos se sugerirá interconsulta con el área de psiquiatría para que el médico psiquiatra indique si se requiere tomar – por un tiempo determinado que varía en cada caso – medicación. Cuando la persona trabaja en un proceso de psicoterapia y pone en práctica lo trabajado y recomendado por el psicólogo y psiquiatra, podemos decir que: todos logran salir de los ataques de pánico, esto significa que dejaran de sentir esa sintomatología física en la medida que cambian su forma de pensar con la ayuda de la psicoterapia y – en algunos casos – la medicación.
Una crisis de ansiedad puede ser la Agorafobia, que es el temor que surge en las salidas a lugares lejanos y/o cerrados, en estos casos las personas evitan situaciones/lugares donde les pueda ser difícil conseguir ayuda y/o escapar. Como resultado su vida puede quedar muy restringida, y por lo tanto disminuyen el interactuar en actividades que antes realizaban.