Es un proceso donde cada miembro de la familia comprende como sus creencias conducen sus expresiones emocionales y conductas, que en la convivencia y en la interacción, se influyen de manera que aparece el conflicto y el consecuente distanciamiento.
Esto se da por ejemplo: cuando no coinciden en valores o costumbres, cuando uno percibe que no hay intercambio de afectos, cuando no hay un objetivo común, cuando se percibe que se le dedicó más tiempo y afectos a uno de los integrantes, cuando durante mucho tiempo alguien no se atrevió a hablar de un tema perturbador, cuando uno recuerda un episodio doloroso en el que no recibió apoyo emocional de otros miembros de la familia, etc.
Es así, que se observa que cada miembro de la familia vive las situaciones de diferente manera, por tanto, cada situacion podría volverse conflictiva cuando no se conversa honestamente en el corto plazo.
En la terapia familiar es conveniente que en la primera sesión, asista el familiar que solicita la cita o el miembro que se encuentre más afectado al percibir la situación conflictiva. El terapeuta sugiere cuál de los miembros asistirá a la segunda sesión o si asistirán todos los integrantes que han mostrado la voluntad para solucionar dicha dificultad.
Ya en terapia, uno de los primeros objetivos es clarificar las expectativas de logro que se desean conseguir, tanto para el caso en el que asistan todos los miembros de la familia, como en el caso que solo sean algunos miembros los que asisten.
- Los objetivos hacia los que se dirige la terapia de familia son que los miembros de la familia.
- Expresen las expectativas de mejora en las relaciones familiares
- Incrementen la comunicación y el intercambio de afectos positivos.
- Refuercen los apegos, objetivos, valores y costumbres que en adelante los unirán.
- Favorezcan el circuito emocional del “aquí y el ahora” con miras al tipo de relación que quieren tener en el futuro.
- Revisen los temas que sean importantes para el presente y futuro de los integrantes.
- Promuevan la empatía y la aceptación incondicional con cada integrante de la familia.
- Propongan acuerdos y establezcan compromisos.
- Acepten la nueva relación con el familiar que decidió no cambiar su actitud y/o no asistir a las sesiones, asumiendo una actitud asertiva y empática ante él.
Terapia para hermanos mayores de edad.
Para algunas personas, el tener hermanos y haber crecido juntos, o saber que tienen un papá y/o mamá en común, puede ser suficiente para que en la juventud o en la adultez, los hermanos se quieran y compartan experiencias.
Sin embargo, en otras ocasiones las relaciones fraternales se pueden tornar distantes o ausentes y ello puede deberse a múltiples factores. Algunos de ellos, pueden relacionarse con la influencia de algún estilo de crianza, en la que se brindó más o menos afecto, tiempo, atención, etc. a uno de los miembros de la familia por diferentes motivos (una enfermedad, una dificultad particular, etc.); porque no se impartieron las enseñanzas desde el ejemplo de empatía, solidaridad y otros valores; o porque dentro de las relaciones se encuentran incompatibilidades de caracteres entre los hermanos – generalmente cuando fueron adolescentes – y entre ellos y sus padres.
En este sentido, la terapia para hermanos es un espacio de dialogo sobre aquellos temas de los que no se pudo conversar en el pasado, o que no se suelen hablar por temor a distanciarse más. Las sesiones se brindan cuando uno desea volver a tener una buena relación o, se desea iniciar un tipo de relación fraterna que nunca hubo y el otro (u otros) acepta entrar en el proceso.
Los objetivos de este tipo de terapia son:
- Conocer y reconocer que situaciones influyeron en el distanciamiento.
- Clarificar que tipo de relación quieren tener en adelante.
- Entender y fortalecer la relación fraternal mejorando la comunicación, disculpando conductas pasadas que generaron el conflicto y creando nuevas formas de relacionarse basadas en el afecto y el deseo de compartir experiencias respetando las diferencias.
Terapia para la Reconciliación de Padres e Hijos mayores de edad
La primera pregunta que cabe es ¿Qué puede influir en que un hijo/a y su padre/madre se distancien? Existen diversas situaciones que han podido llevar a una situación de esta magnitud, una de ellas es la cantidad de interpretaciones que las personas hacemos sobre las conductas de otras, en este caso se analizarán las conductas de padres e hijos que llevaron a este distanciamiento.
En este proceso de terapia quien lo solicite será el primero en asistir, y en una segunda sesión asistirá el otro u otros integrantes. Una reconciliación sucede cuando ambos deciden dialogar respecto a los temas que influyeron en el distanciamiento, y pueden proporcionar información ignorada por el otro, para clarificar y validar la hipótesis. Luego de lo cual podrán disculpar conductas, recordarlas desde una nueva perspectiva, y se podría llegar a un nuevo tipo de relación para el futuro.
Los objetivos en este tipo de terapia se dirigen a propiciar la expresión de lo que se pensó y se sintió frente a las dificultades y desacuerdos del pasado; y acordar un nuevo tipo de relación basada en los valores que se compartan.
Madres de hijos prematuros
Las sesiones de psicoterapia individual, tienen el objetivo de ayudar a vivir la experiencia con el menor costo emocional posible, validando o modificando emociones y promoviendo conductas que favorezcan la relación madre/hijo.
Si existe esta experiencia de tener un hijo/a prematuro que ya está en casa, el espacio psicoterapéutico permitirá expresar pensamientos y emociones en un clima de confianza y comprensión, aprendiendo sobre las fortalezas emocionales y mejorando en las áreas de vida que se vieron influidas por esa experiencia.
En el caso de las sesiones de psicoterapia grupal se busca brindar un espacio para compartir experiencias, re editar situaciones con las madres que acompañaron a sus hijos en las Unidades de Cuidados Intensivos y con quienes actualmente pasan por la misma situación.
En ambos tipos de sesiones, se compartiran lecturas, videos, fotos y sobre todo expresiones emocionales y nuevos aprendizajes de la situación vivida.
Asesoría a Padres de hijos menores de edad
La crianza de hijos menores de edad representa un reto para casi todos los adultos. Implica el disfrute de trascender mediante la transmisión de valores y costumbres y el conflicto al no tener información sobre lo que es común a cada edad y lo que necesita cada hijo en determinado momento.
El objetivo de las sesiones con padres de hijos menors, es conocer cómo perciben y practica cada uno la paternidad/maternidad, que pensamientos, expresiones emocionales y actitudes están influyendo positivamente en la crianza y cuáles no. Luego de lo cual, se enseñara técnicas para relacionarse con firmeza y afecto, para consolidar un clima emocional en el hogar de cariño, aprendizaje y crecimiento.