Si tienes más de 18 años es muy probable que en algún momento “te hayas enamorado” o te hayas preguntado: ¿Por qué aún no me he enamorado? También es posible que hayas pensado: “no quiero enamorarme aún”, “no quiero volverme a enamorar”.
Si el año que pasó, terminaste una relación de pareja, quizá vienen a tu mente muchos recuerdos, preguntas sin respuestas y deseos sobre tu futuro, que pueden generar tristeza y ansiedad, como si la felicidad sólo dependiera de tener pareja.
Generalmente, cuando una relación de pareja termina y uno de los integrantes aún no quería hacerlo (tú), pueden pasar por tu mente infinidad de preguntas, algunas de las cuales pueden ser: “¿me volveré a enamorar?, “¿se volverán a enamorar alguien de mí?”.
Lo cierto es que, habiendo o no experimentado una relación amorosa, si ahora no tienes pareja, imaginamos que en este mes de febrero vas a presenciar cómo algunos de tus amigos celebran el día de san Valentín, y ello te llevara inevitablemente a pensar en tu vida de pareja: lo que paso, los recuerdos, lo bonito y lo feo, etc.
Ello te puede conducir a diferentes emociones y a pensar algo así como “no tengo lo que esperaba”. Por eso, te invitamos a responder las siguientes preguntas al imaginar tu futuro en pareja:
- ¿Qué es el amor?
- ¿Tienes claras tus expectativas sobre el amor?
- ¿Qué valores y costumbres quieres compartir en una relación amorosa?
- ¿Qué es lo que aún no tienes claro sobre las relaciones de pareja?
- ¿Cuándo quieres encontrar respuestas a tus preguntas sobre este tema?
Por supuesto que mientras no tengas pareja, tienes una oportunidad para dedicar mucho tiempo, energía, emociones e incluso dinero, para desarrollarte en otras áreas de la vida. Y la idea es que, si algún día tienes pareja, no dejes de sentir enorme satisfacción respecto a esas áreas que desarrollaste y en las que puedes seguir creciendo.
Aprovecha cada día en pensar ¿Qué es lo que realmente deseas para tu vida? Y ¿Qué te falta para tomar acciones que te dirijan hacia tus objetivos?